
Tras el brillo del espumillón, la Navidad esconde aspectos cada vez más cuestionados. Por ejemplo, desde el punto de vista medioambiental, es llamativo el contraste entre los continuos mensajes a favor de la sostenibilidad y el ahorro energético y la orgía de luces de colores con la que decoramos nuestras ciudades cuando llegan estas fechas.
Además, con frecuencia la Navidad supone la generalización de una sensibilidad religiosa, que no todos compartimos. Eso sin contar las terribles reuniones familiares, los amigos invisibles y las odiosas celebraciones de empresa…
Yo estoy de acuerdo en que es necesario abrir la Navidad a todas las sensibilidades y tratar de que refleje la pluralidad de nuestra sociedad. Pero tampoco se trata de ser un aguafiestas… Algunos disfrutaremos estos días de unas estupendas vacaciones de invierno, de buenos ratos con aquellos a los que nunca tenemos tiempo de ver y de pequeños placeres como ver a un rey mago pegarse la barba postiza o a un "caganer" abonar el terreno junto al pesebre… Pura iconoclasia difícil de superar.Además, con frecuencia la Navidad supone la generalización de una sensibilidad religiosa, que no todos compartimos. Eso sin contar las terribles reuniones familiares, los amigos invisibles y las odiosas celebraciones de empresa…
PD. los que como yo, disfruten con el caganer, no pueden dejar de visitar este link. En él encontraréis personajes tan ilustres como la Reina Sofia, Doña Leticia, Benedicto XVI, Bush y muchos más (en realidad, todos los que podáis imaginar) dejando enormes muestras de su buena salud intestinal.
Etiquetas: autobombo, Flylosophy, iconoclasia
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