El 1 de Agosto de 1936, un atleta alemán impecablemente vestido de blanco, cruzaba el Estadio Olímpico de Berlín portando la antorcha olímpica camino del pebetero. Quedaban así inaugurados los XI Juegos Olímpicos de la era moderna. Al finalizar la ceremonia, tras escuchar el himno alemán, la multitud gritaba brazo en alto "Heil Hitler".Albert Speer y Leni Riefenstahl se encargaron de mostrar aquellas Olimpiadas al mundo. Sus imágenes, más allá de la mera propaganda, estaban dotadas de una dimensión ideológica tan intensa como las soflamas del propio Hitler.
España boicoteó aquellos Juegos. De hecho, el gobierno español organizó, como protesta, la Olimpiada Popular, que sería suspendida debido al estallido de la Guerra Civil el día anterior a su inauguración. El resto de esta historia, es bien conocido…72 años después, los JJOO vuelven a convertirse en herramienta propagandística de un país en el que sistemáticamente se vulneran los derechos humanos. Como entonces, las grandes potencias anteponen sus intereses a cualquier otra consideración y simplemente miran hacía otro lado…
vía Escolar.
Etiquetas: Comunicación política, memoria, propaganda
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