Estos días todo está plagado de anuncios de perfume, pero en las calles de Madrid ganan de largo los carteles de J’Adore, la fragancia de mujer que Dior quiere vendernos esta navidad. Desde miles de marquesinas, junto a cada parada de autobús, Charlize Theron, completamente cubierta de oro, nos ofrece su resplandor.En el spot de televisión, Charlize avanza como una pantera dorada por un apartamento inequivocamente parisino. Que importan el oro y los diamantes, que importan las limusinas… A cada paso, la diosa rubia se desprende de todo hasta quedar desnuda. Busca la esencia, el brillo. J’adore…
Como siempre, al final solo queda el brillo del oro. Con cada guerra, con cada revolución, mientras todo se desploma, el oro permanece… Lo saben bien aquellos que, con un fajo de billetes devaluados en la mano, vieron como el fruto de su codicia quedaba reducido a un monton de papel inservible.
Ellos, que conocen el verdadero valor del oro, saben que solo él merece nuestra confianza. Por eso, invierten todos sus ahorros en ponerse muelas de oro... y siempre pagan en efectivo.
Etiquetas: Dior, marca, publicidad
4 Comentarios
Creo que intentan transmitir ahorro, porque esta campaña ya la usaron el apsado año. Creo que la crisis llega hasta el lujo...
...mientras nosotros tenemos que comer un triste kebak.
Hombre, tanto como "triste kebak"... Yo a estas alturas de la fiesta ya estoy jarto de tó...
Me parece interesante como las marcas de lujo afrontan su comuncación en esta crisis. Está claro que las de lujo-lujo pasan de todo y parece que hacen su agosto en momentos tan jodidos. Pero, las marcas que ofrecen productos de supuesto lujo destinados al consumo masivo lo tienen más difícil, ya que tienen que mantener el glamour sin espantar a los consumidores... y ahí están las colonias intentando venderse para reyes...
De todas formas, lo de J'Adore en las marquesinas es mucho... Lo he encontrado hasta en la parada de mi pueblo, en mitad del monte...
Bueno te dejo que me voy a correr (... ejem, quiero decir hacer footing). Ciao
Superinteresante el destino de las marcas de lujo en estos momentos aciagos... Está claro que los ricos-riquísimos son inexpugnables por la crisis, pero los aspirantes a ricos (entre tantas burbujas y no precisamente de champán, han surgido unos cuantos) van a hacer más mella en el balance de los Dior y compañía dejando de comprar bolsos y similares.
De todas formas, a los mortales siempre nos quedará el perfume para caminar cual Charlize Theron contoneando caderas por el pasillo de nuestro humilde hogar... (Yo me quito el chándal con parejo estilazo)
Ja, ja… al paso que vamos en el spot del año que viene la que va a aparecer contoneándose en chándal será la propia Theron… despojándose de un par de bolsas de Carrefour…