Como cada año, tras la orgía navideña, llegan las rebajas. Sin solución de continuidad, los escaparates pasan, en apenas unas horas, del exceso absoluto a un ascetismo casi místico.
Desde el punto de vista icónico, las rebajas constituyen un curioso paréntesis en la narrativa visual que impone nuestra iconosfera. Solo ellas consiguen detener durante algún tiempo la feroz competición que desarrollan diariamente las imágenes de nuestro entorno para captar nuestra atención. En las rebajas, los escaparates se vacian y, desprovistos de todo, nos sitúan ante un efímero grado cero de la representación.
Los mensajes, que hasta hace unas horas trataban de seducirnos, adquieren un laconismo mustio y tristón. Nada queda ahora de aquellas promesas de belleza y felicidad que todos sabíamos falsas. Ahora solo hay “Rebajas”, “40%”, “60%”, “Todo 50%”... o el aterrador “Últimos días”.
Desde el punto de vista icónico, las rebajas constituyen un curioso paréntesis en la narrativa visual que impone nuestra iconosfera. Solo ellas consiguen detener durante algún tiempo la feroz competición que desarrollan diariamente las imágenes de nuestro entorno para captar nuestra atención. En las rebajas, los escaparates se vacian y, desprovistos de todo, nos sitúan ante un efímero grado cero de la representación.
Los mensajes, que hasta hace unas horas trataban de seducirnos, adquieren un laconismo mustio y tristón. Nada queda ahora de aquellas promesas de belleza y felicidad que todos sabíamos falsas. Ahora solo hay “Rebajas”, “40%”, “60%”, “Todo 50%”... o el aterrador “Últimos días”.
Felices rebajas...
Etiquetas: $$$, hiperconsumo, iconosfera, imagen
2 Comentarios
¡Me ha encantado lo del aire apocalíptico de "últimos días"!! Es verdad que en rebajas hay como una sensación de fin del mundo consumista...de que hay que gastarse todo el dinero, por lo que pueda pasar.
A todo esto, una cosa que me fascina es que Zara saque por tercer año consecutivo los mismos carteles de 50%, que ya en su día me parecieron terroríficos (entre el viaje sideral y la pedrada cósmica). ¡Con este grado de amortización de los activos, no me extraña que triunfen!
Hola Perla,
Estos días he tenido muy presentes tus "morts", porque los escaparates están llenos de maniquíes, desnuditos y amontonados... los pobres,con el frío que hace en Madrid, dan verdadero repelús.
Lo de Zara es muy fuerte... A mi también me llamó la atención lo feos que son los carteles de marras, pero lo de la reincidencia es inexplicable... Ortega gástate la pasta!!!