¿Todos los medios son iguales? o La importancia de los detalles
lunes 19 de noviembre de 2007 a 11:22.Generalmente los pequeños detalles dicen más acerca de cada uno de nosotros que las grandes declaraciones de intenciones. Muy a pesar nuestro, los gestos nos delatan.
Algo similar debe ocurrir en relación a los medios de comunicación. Es evidente que la percepción que tenemos de ellos, se perfila no tanto a golpe de editorial, como a través de una acumulación de tics y detalles que involuntariamente dibujan su identidad.
Desde Octubre de 2004, participo en Flylosophy, un blog raro que cada mes publica un único y enorme post. A lo largo del tiempo, Flylosophy ha ido acumulando en sus archivos una variada colección de anotaciones acerca de tendencias de consumo, nuevos hábitos sociales y pequeños ejercicios de prospectiva. Nuestra presencia en la blogosfera es discreta. Aun no figuramos en las listas de imprescindibles pero tampoco somos invisibles (como este joven MUACK).
Para colmo, nuestros contenidos se publican bajo una licencia Copyleft Atribución 2.0 (¿copyqueeeeeee?). Todo ello, nos convierte en un auténtico señuelo para redactores con pocas ganas de trabajar y menos escrúpulos.
Así con frecuencia hemos podido leer en los grandes medios de este país, artículos en los que se respiraba el aroma de nuestros post… Se que suena vanidoso, pero aseguro que es cierto. De hecho, con frecuencia hemos interpretado esto como un elemento positivo, como un síntoma de estar bien encaminados. En ocasiones, la cosa no pasaba de aroma, pero en otros casos el tufo era realmente descarado.
Este es el caso del artículo ¿Jugamos a las chapas? con el que nos obsequió el diario El Mundo, haciendo copy- paste de párrafos enteros del post sobre el mismo tema que el mes anterior habíamos publicado en Flylosophy.
Como no podía ser de otro modo, el mismo día de la publicación nos pusimos en contacto con su autora. Tras presentarnos, quedó muda y colgó el teléfono. La pobre debía pensar que los contenidos de Internet los escriben los googlebots… Nuestra segunda llamada, sin embargo, fue mejor recibida. Entre balbuceos pidió disculpas y se ofreció a gestionarnos alguna referencia en su medio. Esto, como bien sabíamos, nunca se concretó, ni nos preocupó lo más mínimo. El asunto quedó archivado como una triste muestra de la cutrez que circula por algunas redacciones y fue motivo de cachondeo general.
El caso, es que recientemente el diario Público nos ha sorprendido al recoger otro de nuestros posts, sin la literalidad del copy- paste, añadiendo contenido propio y nombrándonos con toda naturalidad. Como debe ser.
Así que, ni periodismo de investigación, ni columnistas influyentes, ni obispos, ni directores con corbata (de Agatha Ruiz de la P, of course) o sin corbata… desde mi punto de vista, la diferencia entre los medios radica en su honestidad, y esta la percibo o no, sobre todo, a través de los pequeños detalles. Quién engaña en un tema menor, seguro que también lo hace en un tema importante...
Esperemos que los chicos de Público, sigan manteniendo su honestidad. De los de El Mundo, no espero demasiado. Enhorabuena.
Algo similar debe ocurrir en relación a los medios de comunicación. Es evidente que la percepción que tenemos de ellos, se perfila no tanto a golpe de editorial, como a través de una acumulación de tics y detalles que involuntariamente dibujan su identidad.
Desde Octubre de 2004, participo en Flylosophy, un blog raro que cada mes publica un único y enorme post. A lo largo del tiempo, Flylosophy ha ido acumulando en sus archivos una variada colección de anotaciones acerca de tendencias de consumo, nuevos hábitos sociales y pequeños ejercicios de prospectiva. Nuestra presencia en la blogosfera es discreta. Aun no figuramos en las listas de imprescindibles pero tampoco somos invisibles (como este joven MUACK).
Para colmo, nuestros contenidos se publican bajo una licencia Copyleft Atribución 2.0 (¿copyqueeeeeee?). Todo ello, nos convierte en un auténtico señuelo para redactores con pocas ganas de trabajar y menos escrúpulos.
Así con frecuencia hemos podido leer en los grandes medios de este país, artículos en los que se respiraba el aroma de nuestros post… Se que suena vanidoso, pero aseguro que es cierto. De hecho, con frecuencia hemos interpretado esto como un elemento positivo, como un síntoma de estar bien encaminados. En ocasiones, la cosa no pasaba de aroma, pero en otros casos el tufo era realmente descarado.
Este es el caso del artículo ¿Jugamos a las chapas? con el que nos obsequió el diario El Mundo, haciendo copy- paste de párrafos enteros del post sobre el mismo tema que el mes anterior habíamos publicado en Flylosophy.
Como no podía ser de otro modo, el mismo día de la publicación nos pusimos en contacto con su autora. Tras presentarnos, quedó muda y colgó el teléfono. La pobre debía pensar que los contenidos de Internet los escriben los googlebots… Nuestra segunda llamada, sin embargo, fue mejor recibida. Entre balbuceos pidió disculpas y se ofreció a gestionarnos alguna referencia en su medio. Esto, como bien sabíamos, nunca se concretó, ni nos preocupó lo más mínimo. El asunto quedó archivado como una triste muestra de la cutrez que circula por algunas redacciones y fue motivo de cachondeo general.
El caso, es que recientemente el diario Público nos ha sorprendido al recoger otro de nuestros posts, sin la literalidad del copy- paste, añadiendo contenido propio y nombrándonos con toda naturalidad. Como debe ser.
Así que, ni periodismo de investigación, ni columnistas influyentes, ni obispos, ni directores con corbata (de Agatha Ruiz de la P, of course) o sin corbata… desde mi punto de vista, la diferencia entre los medios radica en su honestidad, y esta la percibo o no, sobre todo, a través de los pequeños detalles. Quién engaña en un tema menor, seguro que también lo hace en un tema importante...
Esperemos que los chicos de Público, sigan manteniendo su honestidad. De los de El Mundo, no espero demasiado. Enhorabuena.
Etiquetas: comunicacion, El Mundo, Flylosophy, medios, plagio, Publico
2 Comentarios