Entre 1936 y 1945, el fotógrafo austriaco Hugo Jaeger acompañó a Hitler en cientos de actos públicos y privados. Durante esos años, Jaeger se convirtió en la sombra de Hitler, registrando con su cámara cada uno de sus pasos.
Las imágenes de Jaeger mostraban un Hitler muy distinto del que aparecía en la propaganda y en los retratos oficiales. En primer lugar, Jaeger realizaba sus fotos en color, algo poco frecuente a finales de los años 30 y comienzo de los 40. Pero más allá de la técnica, lo que verdaderamente diferenciaba sus imágenes de las del resto de fotógrafos que merodeaban por la cancillería del Reich, era su capacidad para mostrar a Hitler en la distancia corta, documentando con una precisión casi obsesiva los lugares donde vivía y trabajaba, las personas que frecuentaba o los objetos que le rodeaban.
Al finalizar la guerra, cuando Jaeger se disponía a huir del Munich ocupado por los aliados, un grupo de soldados norteamericanos encontró en su casa una maleta de cuero. En ella Jaeger guardaba 2000 diapositivas. Sabía que si los americanos descubrían aquellas imágenes, le detendrían y quizás, sería fusilado. Sin embargo, cuando aquellos soldados abrieron la maleta, encontraron algo mucho más interesante que cualquier imagen. Jaeger había colocado sobre sus transparencias una botella de coñac. Encantados con su descubrimiento, los soldados americanos se bebieron el coñac y no prestaron más atención a la maleta.
Consciente del valor de sus imágenes, Jaeger embaló cuidadosamente sus diapositivas en 12 tarros de vidrio, que enterró en un descampado a las afueras de Munich. Durante más de 10 años, volvió periódicamente a aquel lugar para desenterrar las diapositivas, supervisar su estado y volver a embalarlas en recipientes nuevos. Finalmente en 1955, trasladó las imágenes, perfectamente conservadas, a la caja de seguridad de un banco. Unos años después, en 1965, Jaeger vendió esas imágenes a la revista Life, que publicó una selección del material. Algunas de esas imágenes están disponibles en la web de Life, organizadas en las galerías; Adolf Hitler's Up Close, Adolf Hitler's Private World y Adolf Hitler: Among the Crowds.
También en Getty Images hay una interesante muestra de imágenes de Jaeger.
Las imágenes de Jaeger mostraban un Hitler muy distinto del que aparecía en la propaganda y en los retratos oficiales. En primer lugar, Jaeger realizaba sus fotos en color, algo poco frecuente a finales de los años 30 y comienzo de los 40. Pero más allá de la técnica, lo que verdaderamente diferenciaba sus imágenes de las del resto de fotógrafos que merodeaban por la cancillería del Reich, era su capacidad para mostrar a Hitler en la distancia corta, documentando con una precisión casi obsesiva los lugares donde vivía y trabajaba, las personas que frecuentaba o los objetos que le rodeaban.
Al finalizar la guerra, cuando Jaeger se disponía a huir del Munich ocupado por los aliados, un grupo de soldados norteamericanos encontró en su casa una maleta de cuero. En ella Jaeger guardaba 2000 diapositivas. Sabía que si los americanos descubrían aquellas imágenes, le detendrían y quizás, sería fusilado. Sin embargo, cuando aquellos soldados abrieron la maleta, encontraron algo mucho más interesante que cualquier imagen. Jaeger había colocado sobre sus transparencias una botella de coñac. Encantados con su descubrimiento, los soldados americanos se bebieron el coñac y no prestaron más atención a la maleta.
Consciente del valor de sus imágenes, Jaeger embaló cuidadosamente sus diapositivas en 12 tarros de vidrio, que enterró en un descampado a las afueras de Munich. Durante más de 10 años, volvió periódicamente a aquel lugar para desenterrar las diapositivas, supervisar su estado y volver a embalarlas en recipientes nuevos. Finalmente en 1955, trasladó las imágenes, perfectamente conservadas, a la caja de seguridad de un banco. Unos años después, en 1965, Jaeger vendió esas imágenes a la revista Life, que publicó una selección del material. Algunas de esas imágenes están disponibles en la web de Life, organizadas en las galerías; Adolf Hitler's Up Close, Adolf Hitler's Private World y Adolf Hitler: Among the Crowds.
También en Getty Images hay una interesante muestra de imágenes de Jaeger.
Etiquetas: foto, Hitler, Hugo Jaeger, IIWW, memoria
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