Acaba de inaugurarse Arte Salvado, una interesante exposición que muestra el proceso de salvamento del patrimonio artístico español llevado a cabo por el Gobierno de la República durante la Guerra Civil.
En noviembre de 1936 las bombas que cada noche caían sobre Madrid, alcanzaron al Museo del Prado. No era la primera vez que los bombardeos afectaban a edificios como la Biblioteca Nacional, la Real Academia de Bellas Artes o el Palacio Real. Sin embargo, las nueve bombas incendiarias que cayeron sobre el Prado, fueron determinantes para que el gobierno español se decidiera a evacuar más de 20.000 obras del Museo del Prado, la Real Academia de Bellas Artes, el Monasterio del Escorial y el Palacio Real. Pocos días después, setenta y un camiones cargados con las piezas más importantes del patrimonio cultural español, iniciaban un accidentado viaje que terminaría año y medio después en Ginebra.
Allí, las obras permanecieron bajo la custodia del Comité Internacional para el Salvamento de los Tesoros de Arte Españoles, una institución independiente formada por algunos de los principales museos del mundo. Al terminar la guerra, las obras fueron entregadas al gobierno de Franco. El mismo día que emprendían su viaje de vuelta a España, las tropas alemanas invadían Polonia.
Nunca antes se había desarrollado un proceso de protección del patrimonio artístico semejante a este. Un proceso polémico, lleno de improvisación y de riesgo, pero imprescindible para mantener intacto nuestro patrimonio cultural.
En noviembre de 1936 las bombas que cada noche caían sobre Madrid, alcanzaron al Museo del Prado. No era la primera vez que los bombardeos afectaban a edificios como la Biblioteca Nacional, la Real Academia de Bellas Artes o el Palacio Real. Sin embargo, las nueve bombas incendiarias que cayeron sobre el Prado, fueron determinantes para que el gobierno español se decidiera a evacuar más de 20.000 obras del Museo del Prado, la Real Academia de Bellas Artes, el Monasterio del Escorial y el Palacio Real. Pocos días después, setenta y un camiones cargados con las piezas más importantes del patrimonio cultural español, iniciaban un accidentado viaje que terminaría año y medio después en Ginebra.
Allí, las obras permanecieron bajo la custodia del Comité Internacional para el Salvamento de los Tesoros de Arte Españoles, una institución independiente formada por algunos de los principales museos del mundo. Al terminar la guerra, las obras fueron entregadas al gobierno de Franco. El mismo día que emprendían su viaje de vuelta a España, las tropas alemanas invadían Polonia.
Nunca antes se había desarrollado un proceso de protección del patrimonio artístico semejante a este. Un proceso polémico, lleno de improvisación y de riesgo, pero imprescindible para mantener intacto nuestro patrimonio cultural.
Arte Salvado está instalada en el bulevar central del Paseo del Prado, frente a la entrada de Velázquez del Museo. Permanecerá abierta hasta el 21 de marzo de 2010.
Etiquetas: exposiciones, guerra civil, memoria, Museo del Prado
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En el Arts Santa Mónica se expone El camp de concentració de Bram, 1939, una muestra comisariada por Teresa Ferré y Manuel Guerrero, que recoge las fotografías que tomó Agustí Centelles durante su paso por este campo de concentración. Además de fotografías inéditas, la muestra incluye documentos personales, como los diarios de Centelles, el álbum familiar con las imágenes que enviaba a su mujer desde el exilio o parte de su correspondencia personal.
Coincidiendo con esta exposición, también puede visitarse Forats de Bala, una instalación que muestra dos de las imágenes más conocidas de Centelles en el lugar exacto en el fueron tomadas en julio de 1936 (la Rambla de Santa Mònica y la esquina de la calle Diputació con Llúria)
Forats de Bala forma parte de Cartografía de una batalla, un proyecto que anteriormente organizó Runa, con imágenes de los bombardeos de Barcelona en sus ubicaciones originales. Todos los sábados, hasta el 10 de enero, se realizarán recorridos guiados por Forats de Bala y por los itinerarios de Centelles en la Barcelona del 36.
Coincidiendo con esta exposición, también puede visitarse Forats de Bala, una instalación que muestra dos de las imágenes más conocidas de Centelles en el lugar exacto en el fueron tomadas en julio de 1936 (la Rambla de Santa Mònica y la esquina de la calle Diputació con Llúria)
Forats de Bala forma parte de Cartografía de una batalla, un proyecto que anteriormente organizó Runa, con imágenes de los bombardeos de Barcelona en sus ubicaciones originales. Todos los sábados, hasta el 10 de enero, se realizarán recorridos guiados por Forats de Bala y por los itinerarios de Centelles en la Barcelona del 36.
Lo leí en La mesa de luz.
Etiquetas: centelles, forats de bala, foto, guerra civil, memoria
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